La tía Beth (o la mujer que migra)
- Paola Valverde Alier
- 12 jun
- 3 Min. de lectura
Beth le dijo a Andrea que escribiera su vida, que se animara y Andrea entendió, años después, la importancia de aquella historia, no solo por tratarse de su tía sino por tratarse de un país en constante movimiento. Por ello, entrar a este libro es entrar a un simulador y vivir la historia en tiempo real, con todo y sus turbulencias. La escritora, es decir la sobrina, eligió el relato en verso para alcanzar una imagen colectiva. Un libro que es un bloque, una escena narrada con distintas perspectivas.

Y a la par de la historia los tintes de realidad actual:
Te conectamos con más de un millón de mujeres
colombianas.
La ciudad no importa. Las mujeres bellas están dispersas
por el territorio.
La colombiana es:
Femenina.
Family Oriented.
Fiel.
Se le conoce por ser una esposa responsable.
Usa ropa colorida y mucho maquillaje para realzar su
color de piel,
bronceado natural,
exótica.
Habla suficiente inglés.
La colombiana sabe lo que quiere,
conservadora,
católica,
le gusta cocinar.
Su sueño es viajar.
La tía aterriza en 1974 y los lectores aterrizamos con ella. Llevamos la iusión adentro de esa maleta en tiempos donde las cosas parecían más fáciles. En Estados Unidos todo es bonito y más si contamos con la promesa de un esposo gringo. Luego vendrá el hijo, la separación y un sin fin de trámites para poder sacarlo del país. Pasarán años para retornar a casa, una casa que jamás será la misma. Y en el barrio la esperarán las vecinas, las amigas, todo lo que dejó atrás, para abrir el equipaje que contiene un dulce olor a nuevo y etiquetas de marca. Repartirá chocolates a sus sobrinas y ellas tendrán la sensación de que la tía Beth es millonaria y se pasea con una gabardina de lujo por las aceras de Manhattan. Al regreso latirá la nostalgia: la carencia de la tribu para criar al hijo, el sancocho caliente, el ruido y el afecto de aquella casa.
Andrea Cote Botero nos narra todo aquello que se repite. Un espejo roto, muchos reflejos. El sueño americano también podría ser una pesadilla. Y la autora hace un acercamento a la ilusión, a los experimentos sociales. A la colombiana que quiere enamorarse y huir; al extranjero que busca esposa colombiana en un catálogo virtual. Beth transita una vida que es muchas vidas. Las voces acompañan a la autora y cambian la perspectiva de la escena como en un caleidoscopio. He ahí la maestría de Andrea, la precisión de su pluma, descriptiva y profunda a la vez. Nos demuestra que un libro de poesía también puede ser escritura híbrida que te sacude y te sorprende. Una tensión narrativa y un salto lírico.
Entonces comparto
la asfixia del sillón
y soy de la misma hebra encapuchada
y me retuerzo
al saber que decimos
vivir
ante esta ceremonia
de preámbulo de mundo.
Con Querida Beth, Andrea ganó el premio XXIV Casa de América de Poesía Americana. Un reconocimiento prestigioso en el mundo hispanoamericano que para la autora también tiene un valor simbólico, pues inmortaliza a su tía Beth y de alguna manera le da el protagonismo que soñó en vida.
Nos dijeron que más allá del monte
del plano
del barranco
anda la vida que soñamos.
Andrea también migró, siendo una poeta joven. Salió de Colombia y estudió literatura en los Estados Unidos. Los fines de semana se iba a New Jersey a visitar a Beth. Tenía la certeza de otra tía a la que imaginó en su infancia. Beth nunca fue millonaria, ni completamente feliz. Juntas hilaron este libro entre tazas de café, se acompañaron más allá de la muerte. Andrea sacó su doctorado en literatura hispanoamericana en la Universidad de Pennsylvania y se mudó al Paso Texas. Ambas cruzaron la frontera, ancladas una a la otra, con ese amor necesario para cruzar todas las batallas del mundo.
Sobre la autora de Querida Beth:
Andrea Cote Botero es doctora en literatura hispanoamericana en la Universidad de Pennsylvania. Es autora de los libros de poemas Puerto calcinado (2003), La ruina que nombro (2005), En las praderas del fin del mundo (2019) Fervor de Tierra (poemas reunidos, 2024) y Querida Beth (2025). Ha publicado los libros en prosa Una fotógrafa al desnudo: biografía de Tina Modotti (2005) y Blanca Varela o la escritura de la soledad (2004). Compiló la antología de mujeres poetas colombianas Pájaros de sombra (2019). Ha obtenido los reconocimientos: Premio Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia (2003), Premio Internacional de Poesía Puentes de Struga (2005),Cittá de Castrovillari Prize (2010) el International Latino Book Award (2020) y el Premio Casa de América de poesía (2025). Es traductora al español de los poetas Jericho Brown, Tracy K.Smith y Kahlil Gibran. Es profesora de poesía en la maestría bilingüe en escritura creativa de la Universidad de Texas en El Paso.

תגובות